GLUCAGÓN
Producida por células alfa de los islotes de Langerhans.
El glucagón y la adrenalina son capaces de estimular indirectamente a la fosforilasa, provocando la glucogenólisis, que da lugar a la hiperglucemia.
El glucagón solo actúa principalmente en el hígado.
En respuesta a la baja concentración de glucosa en la sangre, la presencia de adrenalina también estimula la célula tipo A de los islotes del páncreas para que secreten la hormona polipeptídica glucagón.
El tejido más afectado por la regulación del glucagón es el hepático el cual tiene el efecto de estimular la producción de glucosa, que pasa al torrente sanguíneo para ir a otros tejidos.
La glucosa hepática se forma de dos maneras:
1. degradación de glucógeno del hígado
2. la síntesis a partir de piruvato, ambos procesos convergen en la formación de glucosa-6-fosfato (G6P), la cual produce glucosa libre por acción de la glucofosfatasa.
La regulación de las células hepáticas por el glucagón tiene dos características adicionales bien definidas.
Una se relaciona con la cinasa del piruvato y la segunda con otra sustancia regulatoria, la fructosa-2,6-bisfosfato.
Cuando abunda la glucosa, la combinación de esos efectos de la 2,6FB presenta un control metabólico no hormonal del metabolismo de los carbohidratos.
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